Emociones Reprimidas - Del Ego al Amor

Tristeza

El ser humano es esencialmente emocional y sólo potencialmente racional.
En la práctica esto se entiende de la siguiente forma:
Si estoy afectado emocionalmente, actúo de modo irracional.
Sólo soy capaz de actuar racionalmente cuando estoy emocionalmente equilibrado.
Las emociones, por tanto, no son algo a controlar, pues controlar proviene del Ego. Las emociones sólo deben fluir.
No existen emociones insanas, las emociones sólo son (corazón).
Lo que es insano es nuestra tendencia a reprimirlas, enjuiciándolas (ego), o aquellas que reprimimos inconcientemente por tratarse de experiencias demasiado fuertes (traumáticas).
Todo proceso de sanación emocional pasa por reconciliar (reactivar el flujo de) una emoción reprimida.
Aunque en el caso de emociones reprimidas inconcientemente (que desconocemos), el primer paso es identificarlas.

Rabia

Ahora bien, cómo se entiende que emociones extremas como la rabia no sean insanas; esto es porque la rabia es una emoción básica reprimida, en este caso pena que transmutó.
Toda emoción básica reprimida, transmuta en emociones extremas, que eventualmente se expresan en conductas insanas.
Las enfermedades son conductas insanas, producto de emociones reprimidas.
Si analizamos las emociones reprimidas desde el punto de vista tradicional, veremos al sujeto que siente la emoción extrema, proyectando señales que la exhacerban, mediante un mecanismo autocurativo instintivo que le muestrar al resto aquello que me niego a ver de mí, y si no reactivo el flujo de la emoción reprimida, proyecto señales más evidentes y así sucesívamente.
Algunas señales extremas de emociones reprimidas son el cáncer y el suicidio.
La razón de que estas señales nos hagan más daño de lo que pretenden sanar se debe al Ego, que en lugar de unirnos (como el ser que somos) y empatizar con el proceso del prójimo, lo que hacemos (me incluyo) es juzgar las señales, tanto del prójimo como las propias.
Con esto, creamos un colosal círculo vicioso, en el que reprimimos aún más aquello que quiere salir, tanto en uno como en los demás y peor aún, nos separamos.
El proceso de sanación, por ende, no es exclusívamente personal, sino que es interdependiente.
Necesito la ayuda de mi prójimo para ver aquello que hoy no soy capaz (emociones reprimidas).
Mi prójimo me necesita para ver aquello que hoy no es capaz.

Reunidos

En el paradigma actual, llorar es malo, un consejo es un ataque, pedir ayuda es vergonzoso.
En el paradigma actual, todas las instancias de sanación están inhabilitadas por juicios.
En el paradigma actual, nos separamos.
En el nuevo paradigma, vemos al prójimo como a uno mismo, sentimos los problemas del prójimo como propios y recibimos la ayuda de nuestro prójimo (ellos la dan y uno se permite recibirla).
En el nuevo paradigma, fluimos.
En el nuevo paradigma, nos reunimos.
Para cambiar de paradigma, debemos dejar de guiarnos por la mente (ego) y comenzar a guiarnos por el corazón (amor).
El ego separa, el amor une (no el sentimiento romántico, sino la energía primordial del Universo).
Lo que nos hizo perder el Paraíso fue comer el fruto del conocimiento de lo bueno y lo malo (juzgar, ego).
Lo que nos hará recuperar nuestro vínculo con la Divinidad (re-ligare), será volver a sintonizarnos con su energía primordial, el Amor.

Autor: Mauricio Onetto
Fuente: Emociones Reprimidas - Del Ego al Amor

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